domingo, 3 de junio de 2012

Capítulo 4 El bosque de los elfos

Antes de irnos comeríamos un poco, el viaje sería corto, había dormido toda la mañana y tarde por lo cual llegaríamos a mi casa en la noche, Roy tuvo que cambiar el vuelo gracias a eso, pero no importaba me sentía mejor, mi tristeza comenzaba a irse poco a poco. Paul no se encontraba en casa por lo cual nos iríamos solos al aeropuerto, recogí todas mis cosas y me marche al lado de Roy el cual se notaba menos tenso. Cogimos un taxi para llegar a nuestro destino. 

En el avión podía observar la noche caer, ya era tarde y la luna comenzaba a salir, recordaba el día anterior en donde solo podía pensar, ¿Quién me quiere ver?, ¿Cómo Fernando se entero que está allí? No sabía nada pero me sentía un poco feliz al saber que Fernando estaba cuidándome desde lejos, Roy por su parte me observaba con esos ojos de enamorado que siempre tiene al verme, sentía culpa al saber que no lo amaba pero estaba con él. El avión aterrizo, era tarde por lo que se notaba, pedimos nuevamente un taxi y nos retiramos a casa.


En nuestra ciudad apenas el sol comenzaba a irse por el mar, como una gran bola llena de vida, dejando a la fría oscuridad poseer el mundo, quien podría creer que todo esto pasa apenas en 24 horas. Camine a observarlo más de cerca para así proseguir a llamar a Luis. Me estire un poco y saque mi teléfono


Tenía que comenzar a sacar mis planes para saber todo, su voz contesto dándome a entender que todo estaba bien, una sonrisa se dibujo en mi mientras Roy entraba con todas las cosas a la casa.

- Hola Luis, ya he llegado a casa sana y salva, el vuelo fue un poco pesado por la turbulencia de 5 minutos que presento pero por fin estoy en casa.

- Me alegra mucho querida, perdón por todo lo de ayer, debes de tener muchas dudas, sé que no te había dicho nada sobre mi “vida oscura” pero bueno lo tenía que esconder por tu seguridad, ¿Podemos vernos?

- Si para eso te llamaba, creo que lo mejor fuera vernos mañana que te parece en un café…

- No, no tenemos que vernos en un lugar diferente, como sabrás el sol me afecta, pero hay un lugar en donde no me pasara nada y nos protegerán los “elfos”, tendrás que ir al bosque y adentrarte hasta llegar al centro, hay te veré Sofía.

- Bueno está bien- dije por cordialidad y no por gusto- Te veré a las 14 allí, intentare estar en contacto contigo por si me pasa algo o me encuentro a alguien, espero resolver todas mis dudas.

- Si tranquila te prometo decirte todo lo que quieras, solo que ten cuidado en el bosque hay elfos que no nos desean dentro, procurare estar cerca y llegar antes que ti para prevenir cualquier cosa- dijo él mientras colgaba la llamada-.


“Elfos, sombras y vampiros” todo era tan nuevo para mí, cosas que nunca jamás había imaginado, no entiendo como nunca me di cuenta que Luis y Fernando son vampiros, siempre estaba con ellos. Pero aun así sentía algo diferente en ellos desde siempre, esa piel pálida de Fernando y su forma de ser no podía ser de alguien normal y mucho menos de un humano.

Camine nuevamente a mi casa para encontrarme con Rodrigo el cual me observaba desde la ventana intentando saber con quién había hablado. La noche había llegado y mi cuerpo presentaba cansancio, pero hoy no dormiría, mis dudas eran muchas, quería saber que era una sombra, porque ellas querían llevarme, todo, quería saber todo lo que pasaba con mi vida desde ahora. 

Roy por su parte solo se sentaba en el sofá esperando una respuesta de mi parte.


pero no podía decirle mi plan de mañana, no debía, si cometía el error de decírselo él iba a querer ir para protegerme y no quería, era algo normal en mi no querer estar con Roy en cosas como esta, no era de hacer mis cosas con ayuda de las personas. Roy al ver mi indiferencia tomo sus cosas y se marcho despidiéndose de mí con un abrazo duradero en donde me dio a entender que me amaba, yo al solo lo quería, era mi único sentimiento. 


Saque mi laptop vieja para investigar un poco de los “elfos”, tal vez el lugar solo se llamaba así, tal vez no me encontraría con nadie ni nada que me hiciera daño, pero tenía que estar seguro de que hacer si algo se acercaba a mí, aunque claro si pasaba el miedo volvería y mi cuerpo se convertiría en una presa segura para cualquiera. Los “Elfos” por lo que leía eran seres que vivían en los bosques, se diferenciaban de las hadas por ser criaturas con cuerpo de hombres y orejas puntiagudas, algunas características era la posibilidad de curar cualquier herida. Pero también habían elfos sanguinarios que se dedicaban a matar criaturas del bosque solo por placer, no hacían nada con las criaturas pero si las asesinaban y atacaban sin piedad. 


Trate de buscar algunos antecedentes de elfos en la ciudad, pero nada me daba una respuesta clara, todo era un rumor que se iba con los vientos y corría por las montañas. Pero de que tenía miedo, si había sobrevivido a un ataque de las sombras, porque no podía sobrevivir a los elfos, no creo que sean más letales, no me chuparan la sangre, no me miraran con ganas de comerme de todas las maneras, y por otra parte no creo que me quieran llevar a ningún lado.


Comí algo mientras pensaba en Fernando, quería ya verlo, algo me decía que el estaba cerca, me cuidaba como cuando era niña, pero no se quería acercar a mí, tal vez no podía, o no tenía el tiempo, no sabía nada de él. Apague la luz de la cocina y me retire a mi habitación, la noche sería larga y debía de descansar, tal vez mañana sería un día pesado o solo un día normal con respuestas nada más.


Me coloque mi camisón y decidí cerrar mis ojos para intentar ver más allá de la oscuridad, ver en mi sueño a Fernando, ver en donde se encontraba, era lo que deseaba.


Había despertado, eran las 10 de la mañana, tomaría un poco de café y llamaría a Luis para terminar mis planes. Me acerque a la ventana de la cocina intentando encontrar algo nuevo, bonito, o solo que iluminará mis ojos como la primera vez que vi a Fernando. 


Encendí la cafetera, la cual solo hacia ese extraño ruidito que me daba entender del agua pasaba por un tubo y luego por el café, espere unos minutos y mi taza se llenaba poco a poco. 


Tome mi primer sorbo como cualquier persona normal, por un momento recordé cuando vivía en la Universidad, estaba con un grupo de estudiantes los cuales siempre me ayudaban en todo.


Cogí el móvil y llame a Luis, sonó varias veces y ninguna voz contestaba, así que no tenía más nada que hacer que irme, el reloj marcaba las 11:30 y el parque estaba lejos, por lo cual me cambie de ropa y proseguí a salir de casa. Tome un taxi y me marche. 


Le pague al taxista, eran las 12:30, solo debía caminar por el bosque y encontrarme a Luis.
El lugar me daba una mala espina, se sentía un frio en el mientras caminaba, iba hacia el centro, o eso pensaba yo. Sentía como si me observaran, sonidos en los arboles, entre los arbustos y murmullos se escuchaban cada vez que avanzaba. 


Me detuve, el camino se había cortado y no sabía hacia donde avanzar, estaba perdida. 


Un hombre blanco, con orejas puntiagudas, sin camisa y solo con un short pequeño me observaba con sed. 


Aquella presencia no era un vampiro, sus ojos eran de lo más normal, la diferencia eran el color de su cabello, verde como el pasto, y sus orejas puntiagudas, por lo que sabía me encontraba con un “elfo”, ¿pero por qué me quería atacar? pensé.


-Tú debes ser Sofía… Eres la mujer con la sangre más pura, la que todos los vampiros buscas y yo la tendré- Dijo el elfo mientras se acercaba a olerme-.

-¡Aléjate!, yo… yo- No lograba hablar bien, el seguía caminando en círculos, no podía ni siquiera escapar-.

-Tu cuerpo es lo que quiero, no tu sangre, quiero ver tu sufrimiento, nosotros los elfos sanguinarios 
solo vivimos del sufrimiento de los demás- Dijo él mientras 3 elfos más aparecían en el lugar-.

-Alejad de mi, si no quieren que los…- No sabía que decir, ¿cómo alejarlos?, ¿Cómo quitarlos?, no lo sabía-.


De un momento a otro me encontraba acorralada, parecía que este era mi fin, tome aire y cerré los ojos, mientras uno de los 4 cogía mi brazo, era doloroso, una lagrima corrió por mi mejilla mientras el se acercaba más y más. El primer Elfo que vi saco una navaja y la acerco a mi cuello.



-¿Cómo quieres morir?- pregunto, mientras yo guardaba silencio- Te pregunte algo, ¡responde!- me grito mientras acercaba más el cuchillo el cual ahora estaba en mi estomago-.

-Yo no quiero morir, por favor dejarme ir, aré lo que quieran- dije mientras él se alejaba- prometo no decir nada, lo prometo.

-Lo que nosotros queremos es verte muerte- Dijo el elfo de cabello amarillo y blanco como la nieve el cual era el único que no se acerco tan cerca de mí, parecía el más amable- nosotros estamos condenados, y si te matamos todo acaba. 


Así fue como sentí el cuchillo en mi vientre mientras ellos solo reían, estaba tirada en medio del piso botando sangre por todas partes, estaba muriendo, este era mi fin, esta era mi muerte, mi único sueño encontrar a Fernando se iba muriendo. Ellos, los malditos solo reían, solo eso, me veían con odio, me desangraba poco a poco, me moría, perdía las ganas.


-¡Por fin podremos ser libres, por fin, por fin!- grito el primer elfo mientras el de cabello amarillo se volteaba-

Los dos elfos faltantes desaparecieron por el bosque, parecían que solo acompañaban a uno de ellos. Tome aire, mi estomago seguía doliendo a este paso moriría pronto. 


. Mientras los elfos caminabas pude escuchar su voz, era Luis, corría hacia ellos como la luz


un sonido de dolor sonó, el elfo de cabello amarillo estaba herido, no podía ver la escena y mucho menos quería verla, solo sabía que había sufrimiento en todo esto.

-Te encuentras muy mal Sofía, sabía que mi hermano haría todo esto, como no pude venir antes, bueno Sofi soy Deidi, la elfa protectora- decía aquella mujer mientras ponía sus manos en mi herida, me comenzaba a sanar-.

-¡Gracias!- estaba nuevamente sana gracias a Dei-.


Me levante lentamente mientras presenciaba el segundo asesinato, Luis clavaba aquella arma nuevamente, pero ahora en el cuerpo del primer elfo (hermano de Deidi) y así fue como un baño de sangre corría en el lugar, entre los arbustos parecía que se escondía alguien, pero eso no importaba en estos momentos. Deidi cerró los ojos para no ver lo que sucedía intentando guardar su dolor en su interior, pero como un hermano podía guardar el dolor que causaba la muerte de su hermano, no lo podía creer.


Luis se acerco a mí y me dio a entender que fue su culpa, pero no lo culpaba de nada, las cosas pasaron y nada podía detenerlo. Caminamos hasta llegar a una especie de casa, con decoraciones completamente hermosas, a su alrededor solo se encontraban arboles de colores los cual llamaban mi atención. 


Aquel salón principal con una mini sala y una mesa para dos, parecía que Deidi vivía con su hermano, el cual estaba muerto. No sentamos en la mesa y comencé a sacar todas mis dudas.

-¿Por qué me están buscando? ¿Quiénes me están buscando?- Dije para comenzar a terminar las dudas más problemáticas-.

-Tranquila, nadie te busca a ti, eres la escusa para acercarse a mi hijo Fernando, como ya sabrás nosotros somos vampiros, el problema es que Fernando asesino al máximo de las sombras, mejor conocido como “el señor de la oscuridad”, dejando viuda a Rose, la cual quiere venganza, pero no os preocupéis nada de eso nos afecta- Dijo Luis mientras me miraba firmemente-.

-Pero ¿por qué Fernando hizo todo eso?, no entiendo, se que los elfos querían mi sangre, pero cuando dijeron que estaban condenados no entendí-.

-“El señor de la oscuridad” maldijo a Fernando antes de morir, lo cual causa que cualquier persona que tubo o tendrá una relación con el morirá y será asesinada de la peor manera, Fernando pensó que al asesinarlo tú podrías salir de ese círculo, pero nada fue así. Por otra parte Rose a tomado el puesto de él y está en busca de Fernando por venganza, pero si ella te asesina el muere porque el vinculo entre ustedes es más fuerte de lo que pensamos…-Dijo el bajando la mirada-.


Tome aire, por primera vez lo que alguna vez pensé era real, Fernando se había enamorado de mi y se fue para protegerme, todo lo hacía por mí, pero si él estaba condenado yo estaba igual, tenía que mantenerme oculta pensé, mi vida cambiaría, lo que no entendía era ¿Por qué ahora?



- No te preocupes cariño, se que estas pensando, nosotros aparte de curar como ya podrás ver sabemos lo que piensas, entre Luis y yo tenemos todo preparado, vivirás con unos vampiros, pero será temporal, ellos no sabrán tu nombre, de ahora en adelante te llamaras, Carla, Carla García, estudiante de economía que busca trabajo de cualquier tipo- Dijo Deidi con una mirada picarona-.

-Si Sofía, se que tienes muchas dudas más, todo esto está pasando porque hiciste contacto conmigo, nos vigilan desde entonces por lo cual tendremos que esconderte por un tiempo, recuerda de ahora en adelante serás Carla García, tal vez podamos encontrarte un trabajo en un tienda de ropa como ayudante de diseño, te pagarán poco pero por lo menos es algo- Dijo Luis mientras se levantaba-.


-Bueno está bien, pero no quiero irme sin despedirme de Roy debe de estar preocupado, ya es tarde y el debe de estar llamando a mi casa…

-No se podrá, Ryun está herido pero no muerto, Deidi deberá de borrarle la memoria para recuperar a su hermano, pero debemos de escapar antes de que eso pase o será muy tarde- Dijo Luis levantándose, cogió una maleta cerca de la escalera, y me ordeno que subiera al segundo piso-.


Subí como me lo había ordenado Luis pero claro antes me despedí de Deidi a la cual le debía mi vida, baje la mirada pensando en Roy, que sería de él sin mí, temía por su vida, pero era mejor así que hacerle daño. Me encontraba en lo más alto de aquella casa, veía el cielo azul, las horas pasaban rápido y mi vida se iba transformando cada vez más, ahora era Carla García en vez de Sofía, había pasado de estudiante de gastronomía a economía, mi vida estaba cambiando cada vez más.


Tome la mano de Luis, cerré mis ojos para comenzar de nuevo todo, Luis salto conmigo a gran velocidad me encontraba en su espalda, entre sombras pude ver a Deidi curar a su hermano.


los arboles pude identificar a alguien de lejos, era Fernando, mi dulce Fernando estaba ahí y yo no podía hacer nada para verlo más de cerca.


A la velocidad de la luz llegamos a una ciudad con grandes rascacielos y un clima nublado, me encontraba en mi nuevo hogar brigeport.

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